martes, 20 de enero de 2009

Paranoias sentado en una parada de autobús




El hecho en cuestión ocurrió la mañana del domingo pasado, cuando me encontraba esperando a un autobús que iba a tardar unos veinte minutos. Había acabado la celebración de un cumpleaños, con la posterior parada para tomar un desayuno consistente en un té y media tostada catalana.
Cabe concretar que se trataban de las ocho de la mañana y ya estaba amaneciendo. Entonces, como quien no quiere la cosa, a mi cabeza vino la frase "La aurora llega...", que tuve que continuar "... y nadie la recibe en su boca/ porque aquí no hay mañana ni esperanza posible".
Y es que se trataba del poema "La aurora" de Federico García Lorca, para mí una de las mejores manifestaciones de deshumanización que el hombre haya podido expresar. Durante algún tiempo, éste fue el poema que tuve en mente cuando me movía por la ciudad de Sevilla (e incluso, a veces, me lo llevaba a Córdoba).
Intenté recordar más frases, aunque me quedaba algo así (omitiré los signos de puntuación):
La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque aquí no hay mañana ni esperanza posible
a veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y perforan abandonados niños

Los primeros que salen comprenden en sus huesos
que no habrá paraíso ni amores deshojados
saben que van al cieno de número y leyes
de sudores sin fruto....
....
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre

Esta última frase la recuerdo, además, porque fue mi nick del messenger unos años después, también hace mucho tiempo. Más concretamente fue:
"Como recién salido de un naufragio de sangre".


Como no logra recordar más del poema, a pesar incluso de intentar cantarla en la versión de Morente, no dejaba de darle vueltas en mi cabeza, sin resultado satisfactorio, más bien como incremento de un sentimiento de tristeza (incrementado por el alcohol que recorría mis venas).
Menos mal que uno tiene otras cosas en la cabeza, aunque casi se pudiera decir en este caso que era salir de Guatemala para meterse en guatepeor, pues vino otro poema, esta vez de Neruda. Realmente se trata de un fragmento que Extremoduro cogió para la contraportada de un disco y que siempre acaba saliendo cuando llega el invierno, como si de un abrigo se tratara.

Mientras me debatía entre estos alegres poemas miré para arriba y me encontré con un piso en venta, cuyo balcón tenía colgados unos diez cds. Y es que tengo un problema con los pájaros, pues creo que están intentando hacer un nido en el viejo aire acondicionado que tengo en el salón. Precisamente ese mismo día había estado hablando con Pili sobre esta molestia, la cual me recomendó ella solucionar colgando cds. Y es que no me creo que esa solución, al igual que la de la bolsa de agua, sirva para alejar a pájaros e insectos. Pero resultó entretenido ver si algún pájaro se posaba en el balcón.

Y al final llegó el autobús, porque me aburría mirar el balcón, ver pasar a la gente que había madrugado y se me estaba congelando el culo.




La aurora

La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean las aguas podridas.

La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.

La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.

Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraíso ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.

La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.

De: Poeta en Nueva York, publicado 1940




Fragmento de "A mis obligaciones" de Pablo Neruda

Cumpliendo con mi oficio
piedra con piedra, pluma a pluma,
pasa el invierno y deja
sitios abandonados,
habitaciones muertas:
yo trabajo y trabajo,
debo substituir
tantos olvidos,
llenar de pan las tinieblas,
fundar otra vez la esperanza.

miércoles, 7 de enero de 2009

Descubriendo a The Cure



Aunque sea un grupo que conozco desde hace años y "Close to me" me chifla, nunca he sentido el gusanillo de escuchar detenidamente un disco. Ayer, montado en el coche de una amiga, estábamos escuchando Radio 3 y pusieron una canción de su nuevo disco. Hoy me he dedicado a escuchar sus grandes éxitos, así como su último disco mientras escribía la entrada anterior. Todo esto, of course, mientras iba leyendo las letras. Al final, y aunque sea más tremenda de lo que realmente siento, he flipado con esta canción (del último disco), que va encaminada con lo que llevo escrito en este año.

Ahí va la letra:

Switch

Sometime it seems
I stopped being myself
And without a word
Turned into somebody else
Full of wishes wants dreams
And desires
For a life
Of conceit and deceit
And repeat and rewrite
Not sure who I was
Before this me and I changed
But I know this me now
Is not really the same...

Friends are as strangers
And strangers as friends
And I feel like I'm wired in a why
Yeah my friends are as strangers
And strangers as friends
And I feel like I'm lost in a lie

And every day my world gets slower
And colder and smaller
And older and lower
And every day
My treat gets closer to trick
Yeah every day my world gets slower
And colder and smaller
And older and lower

And I'm tired of being alone with myself
And I'm tired of being with anyone else
Yeah I'm tired...
Like I'm sick

None of my favourite things
Are quite right
To the mirror man
Screaming at me
In the spite of another
False start
Dirty worn out and used
Up and down
To the ground
Disavowed
So confused
All made up in the belief
That me is the same
As the eyes in the glass
But I see my eyes change...

Friends are as strangers
And strangers as friends
And I feel like I'm wired in a why
Yeah my friends are as strangers
And strangers as friends
And I feel like I'm lost in a lie

And every night my world gets quicker
And lighter and shorter
And tighter and slicker
And every night
My truth gets closer to dare
Yeah every night my world gets quicker
And lighter and shorter
And tighter and slicker

And I'm sick of being alone with myself
And I'm sick of being with anyone else
Yeah I'm sick of being alone with myself
And I'm sick of being with anyone else

Yeah I'm sick...
Like I'm tired?

Like I'm scared...

...y los sueños, sueños son

Esta noche he tenido un extraño sueño. Normalmente no suelo recordarlos, salvo cuando me despierto de forma precipitada o anormal. Y es que anoche me quedé dormido viendo una película en el ordenador, así que esta mañana (muy de mañana) me he despertado, como proceso final del sueño. Sobre los acontecimientos ocurridos durante la vigilia desencadenantes del sueño podría escribir una entrada, pero creo que eso ya es rizar el rizo.

Bueno, en el sueño hay dos ex, que llamaremos A y B.
A entró en mi vida hace años y tuvimos una relación más o menos normal. Después está B, con quien empecé una relación, si se puede llamar así, de unos pocos días y que terminó en una extraña amistad.
Bien, estamos los tres (A y B no se conocen en la vida real, que yo sepa) y algún amigo mío más (siento ser tan mala persona, pero no recuerdo quién). El sueño se desarrollaba en la plaza de Ronda de Triana que está de obras por un (polémico) aparcamiento subterráneo. Esta plaza tenía, en vez de aparcamiento, una explanada, en cuyo nivel inferior parece que se está desarrollando un concierto. Realmente es una especie de velá, con mucha gente abajo y unos cuantos estamos en el nivel superior.
Bien, resulta que A y B ya se conocen y es algo que en el sueño resulta normal. Lo que ya resultaba extraño es que se acaban comportando como una pareja de quinceañeros enamorados y, más extraño aún resulta que a mí me afectara. Me he despiertado cuando se han puesto a correr cogidos de la mano (al fondo no estaba una apuesta de sol, sino un edificio de la plaza).


Sueño Causado por el Vuelo de una Abeja en Torno a una Granada un Segundo antes de Despertar
Salvador Dalí


Al despertar me he dado cuenta de que mi ordenador, a pesar de ser nuevo y hacer menos ruido que el antiguo, se nota cuando está encendido. Si a esto se une que a mí, cuando he dormido las horas necesarias, me cuesta mucho más dormirme (si no tengo cansacio acumulado, que tampoco es el caso). Así que ya estaba todo hecho. Aún así, con la fuerza de voluntad que últimamente me caracteriza, me le levantado a apagar el ordenador. Bien, ruido quitado. Me pongo a intentar dormir... la luz de los mini-altavoces (los más baratos y chicos que habían en el Urende) me asusta; ¿de dónde sale esa luz que no identifico con mis miopes ojos? Y es que no entiendo para qué ponen la luz de algunos aparatos tan potente, ¿querrán que ahorremos en bombillas? Otra vez en pie, pues, a pesar de darle la espalda a la luz verde-ovni, no había forma de dormirse.
Entonces me he puesto a pensar sobre lo que ha sido el sueño. Lo primero, y más lógico (al menos en mi cabeza), es imaginar si A y B podrían ser compatibles. Tengo un amigo, al que le gustan los horóscopos, que opina que dos del mismo signo siempre son compatibles. Quitando esto, pienso que la astrología se puede equivocar, o no.
Y es que, digan lo que digan, resulta difícil ver a tus ex felices. No es que les desees la muerte ni un mal malísimo, pero que si se rompen la pierna te gustaría que te invitaran a su casa para firmarle la escayola. Porque podemos ser amigos, incluso desearle lo mejor, pero que eso sea siempre peor que lo que tú tienes. Es un pensamiento infantil y poco sano, pero es un sentimiento humano, quizás demasiado humano.
No, ahora en serio, creo que dada la búsqueda del eslabón perdido () que me he propuesto realizar en este año 2009, resulta extraño que dos personas que creí lo eran y en las que puse ilusión, con quienes puse energías para que funcionara; acaben encontrando lo que a mí me está pareciendo tan difícil. Aunque yo no correría cogido de la mano de esa forma.

Nota: Espero que la plaza donde se desarrolla mi sueño esté terminada para cuando termine mis vacaciones, pues el carril bici está cortado en esa zona por culpa de las obras.

lunes, 5 de enero de 2009

Mirando a Asia



Casualmente he estado las vacaciones viendo varias pelis asiáticas y leyendo varios libros asiáticos. Y digo casualmente porque tenía ganas de volver a ver 2046, por un lado, y me han regalado para mi cumpleaños varios libros de escritores japoneses, que me he leído precisamente ahora.
Respecto a 2046 (del año 2004), tenía ganas de volver a verla, antes de ver My blueberry nightsal; sobre todo cuando he conocido a gente que me ha dicho que no le ha gustado. Se trataba de personas que no conocían al director, pero me hablaban de ella como un rollo.
Yo la había visto en el cine, pero recordaba que se trata de una película complicada de entender, sobre todo si tenemos en cuenta que algunos personajes de los que trata aparecen en Days of Being Wild (del año 1991) y In the Mood for Love (Deseando amar) (de 2000). El personaje principal de 2046 , por ejemplo, está marcado por una relación anterior, que a su vez está marcada por la anterior, esta última narrada en In the Mood for Love (Deseando amar).
En esta película, la protagonista ya aparece en Days of Being Wild.
Por otro lado, el protagonista de 2046 conoce a una chica que ya aparecía en Days of Being Wild.
Todo esto, y sin venir a cuento, parece ser premeditado, si tenemos en cuenta que en Days of Being Wild aparece, sin venir a cuento en una escena final, el que será 10 años después (en cuanto al rodaje de las películas) protagonista de In the Mood for Love (Deseando amar) y de 2046.
Por ese motivo, como In the Mood for Love (Deseando amar) la había visto hace poco tiempo, tras ver 2046 he buscado un hueco para ver Days of Being Wild y completar la "trilogía".
De todos modos, y a pesar de estos detalles, cualquiera de las tres películas (aunque mi favorita sea In the Mood for Love (Deseando amar)) merece la pena verlas, como verdaderas joyas del cine actual al que nos tiene acostumbrados el director de cine Wong Kar Wai.

Por otro lado, me han regalado esta año un montón de libros; dos de ellos japoneses: El rumor del oleaje, de Yukio Mishima y Kafka en la orilla, de Haruki Murakami. Casualmente los he estado leyendo a la vez que veía las películas. Del primer libro me ha sorprendido la sencillez de la historia, para mi gusto peca de ingenua, pero resulta preciosa de todos modos. El segundo libro, que parte de una historia aparentemente sencilla, se va complicando hasta el punto de engancharte y dejarte totalmente descolocado.

Ni que decir tiene que acepto sugerencias de lecturas y películas parecidas, así como explicaciones más precisas.

Nota:
La canción que he puesto, como se puede leer, se llama Perfidia, de Xavier Cugat. Aparece en 2046 y Days of Being Wild; aunque creo que también en In the Mood for Love (Deseando amar).

En busca del eslabón perdido

Si algo tiene empezar un año nuevo, siendo totalmente simbólico y arbitrario, es la necesaria revisión que debemos hacer de nuestra vida. Ver hacia dónde vamos y hacia dónde queríamos ir. Recaputar sobre lo que nos ha ocurrido, tenga o no causa relacionada con nuestras decisiones. Recapacitar sobre lo que hicimos o dejamos de hacer. Buscar maneras nuevas para conseguir lo que deseamos. Repasar para seguir adelante, con nuevas perspectivas.
Creo que ésto puede ser motivo de depresiones o de alegrías, dependiendo de cómo se haga el recuento, pues por algo se puede ver el vaso medio lleno o medio vacío.
En mi caso puedo estar agradecido a este año en el que han cambiado muchas cosas para mejor.
Por eso, y a pesar de las cosas buenas que han pasado, en esta entrada voy a centrarme en la parte vacía del vaso. A esto contribuye no solamente el comienzo de año, sino también que acabo de cumplir los treinta y el cambio de decena obliga, aunque sea un poco, a repasar lo vivido en los últimos diez años; así como a saber que las cosas te las tienes que plantear de la misma forma, pero a la vez de otra manera.

Dando un rodeo, empezaré contando una historia:

Hace unos años, debido al estudio de las oposiciones y al trabajo que realizaba, compartí mucho tiempo con una amiga. Ésta tenía cuarenta y pocos años y estaba un tanto cansada de ver que los hombres de su edad no se cuidaban (por lo que perdían todo encanto) o estaban tan quemados o aún obsesionados por relaciones anteriores, que resultaba muy difícil encontrar a alguien interesante. Entonces, como suele ocurrir cuando anhelamos, creemos que lo deseado lo tienen los demás... Por eso, al comprobar que los hombres que merecían la pena eran de menor edad, mi amiga empezó a plantearse la teoría del eslabón perdido. Parecía que en los hombres de su edad la cadena se rompía. Una vez planteado el problema, ya tan sólo fue cuestión de tomarlo a guasa. Y, por supuesto, lo hicimos y bastante.
Nuestra observación del exterior se tornó en comprobar si la teoría se cumplía (acercándonos al método científico), si era cierto que la probabilidad del encuentro es tan pequeña, si la búsqueda de ese eslabón perdido entrañaba un gran esfuerzo. Y la realidad nos confirmó que la dificultad.
A pesar de esto, con el tiempo mi amiga encontró un eslabón de la cadena.





Retomando el tema, ni que decir tiene que actualmente tengo la sensación de que me ocurre algo parecido. Desde Sexo en Nueva York a los diarios de Bridget Jones queda constancia de la dificultad para encontrar pareja que tienen los treintañeros. En mayor o menor medida comparten la teoría de ese eslabón perdido, porque a esta edad ya arrastramos decepciones, heridas cicatrizadas o aún por cicatrizar, errores que ya no estamos dispuestos a volver a cometer, perdemos la paciencia...

Aunque creo que me estoy yendo por el lado tremendo del asunto, pues en mi caso todo se resume a que puedo ver "eslabones" en muy raras ocasiones, cuando me encuentro por la calle paseando o tomando algo; pero me resulta imposible verlos cuando estoy en una discoteca, lugar más recomendable para conocer a una persona (sobre este tema, aunque todo esto sea mi impresión particular, habrá quien pueda decir que exagero). De todos modos, ya me propuse hace poco tiempo ser, al menos, un observador imparcial, a efectos de dar algún paso más. Pero parece que los eslabones se quedan en casa con su pareja o con su hipoteca; o simplemente salen por lugares distintos a los que yo frecuento. O, simplemente, han dejado de ser mis eslabones perdidos, para formar parte de una cadena avanza por lugares a los que no quiero llegar.

Por eso, para resumir, creo que lo mejor que puedo hacer es seguir disfrutando de las cosas tal y como están, aunque poniendo más ahínco en la búsqueda del eslabón perdido.

La canción

Hoy me voy a poner "sesentero" y acompañar la entrada "En busca del eslabón perdido" con una canción de los Jefferson Airplane, con una letra un tanto tremenda.





When the truth is found to be lies
And all the joy within you dies
Don't you want somebody to love, don't you...
Need somebody to love, wouldn't you...
Love somebody to love, you better...
Find somebody to love
When the garden flowers baby are dead, yes and
Your mind, your mind is so full of bread
Don't you want somebody to love, don't you...
Need somebody to love, wouldn't you...
Love somebody to love, you better...
Find somebody to love
Your eyes, I say your eyes may look like his
Yeah, but in your head, baby, I'm afraid you don't know where it is
Don't you want somebody to love, don't you...
Need somebody to love, wouldn't you...
Love somebody to love, you better...
Find somebody to love
Tears are running down and down and down your breast
And your friends, baby they treat you like a guest
Don't you want somebody to love, don't you...
Need somebody to love, wouldn't you...
Love somebody to love, you better...
Find somebody to looooooooooooooooooove