domingo, 7 de septiembre de 2008

Amigos que se fueron

Este mes de agosto también ha sido de despedida. Un amigo, que llevaba varios años viviendo en Sevilla, ha encontrado trabajo en Madrid. Ya llevaba varios años con ganas de cambiar de ciudad y me alegro que por fin lo haya logrado.
Pero, por otro lado, me sientro triste, por que ya forma parte de esa larga lista de personas que se han ido de Sevilla. En esta lista tengo dos distintas categorías: una está formada por las personas que, aunque su vida los vincule a otros lugares, sé que posiblemente vuelvan a vivir en la misma ciudad o en alguna cercana; y otra la forman las personas que seguramente no vuelvan a estar en una cercanía cotidiana, aunque con muchas sepa que queda el teléfono, internet y las posibles visitas.
La pena viene cuando la intuición me dice que Rad estará en la segunda categoría, y se hará difícil poder tomarnos una cerveza en un bar cercano, para saber de nuestras vidas, recomendarnos música y películas, y, sobre todo, echar unas risas.
Aún así guardo su último regalo en la cabecera de mi cama, una pequeña miniatura de Londres en madera, y sé que siempre estará velando por mí, al menos el recuerdo.


Bueno, en mi nueva costumbre de agregar música a las entradas, en este caso viene que ni pintada otra canción de Amparanoia, pero no encuentro el vídeo correspondiente. Por este motivo pongo la letra (preciosa desde mi punto de vista) y que me la pidan en su próxima visita a casa.

Iluminando

Aquí están, aquí están, iluminando
Aquí están, aquí están, iluminando

Los amigos que se van, se han ido
si eran buenos siempre están contigo

Iluminando, aquí están

Amigos buenos por un momento
o toda la vida
que triste siempre será la despedida.

Cierro los ojos y te veo venir lleno de color
África
cuatro cuerdas, la cumbia y la vida
mexico da la bienvenida

Aquí están, aquí están, sigue sonando
Aquí están, aquí están, sigue sonando

Los amigos que se van, se han ido
si eran buenos siempre están contigo

Iluminando va, iluminando está, iluminando

Abraza sin miedo al amigo
cuando la vida os encuentra
lleva llena la maleta de recuerdos
y la sonrisa puesta
y tu dulzura y tu coraje
no se han ido de viaje

Aquí están, aquí están, iluminando
Aquí están, aquí están, sigue sonando

3 comentarios:

Isabel Sira dijo...

Yo odio las despedidas. He tenido muchas y sé que seguiré teniendo otras tantas que me dolerán también mucho. Justo el sábado tuve claro que dentro de un año posiblemente pierda otra amiga... Y me alegro por ellos, porque es para bien pero... Duele. Y por mucho que me propongo no volver a tener amigos nuevos...

anthonytowers dijo...

Esto es de matemáticas de 1º de EGB:
si vas perdiendo amigos y no haces nuevos, ¿cómo te quedas?
jajajaja

Isabel Sira dijo...

Ya ya, pero es tan difícil despedirse.