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martes, 25 de noviembre de 2008

Mi cumpleaños


¡Dios mío, 30 años ya! Estamos en la época de exaltar la juventud (a la experiencia) y cualquier intento por aparentar menos edad es bien visto. ¡Y yo dejando la veintena!
Ahora que estoy en los 30 puedo, al menos, mirar algo para atrás y ver todas las cosas que he hecho y he dejado de hacer. Las veces que he creído morir por amor y las veces que este sentimiento me ha hecho sentir que volaba, que era indestructible.
También he ido perfilando las amistades de las que me he rodeado, perdiendo amigos en el camino que me ha dolido perder o que simplemente ha ocurrido casi sin darme cuenta; pero también encontrando a otros con los que seguir adelante, compartiendo el tiempo que va pasando (con Loli, como diría la Terre). Aunque, haciendo cuentas, he perdido a algunos pero he conservado más (aunque algunos sean en la distancia). De todas formas, me siento rodeado y protegido por tanta gente especial que sé que está ahí (y en esto incluyo a mi familia).
He estudiado la carrera que he querido y estoy trabajando en lo que he querido, en lo que he luchado por conseguir. Aunque gane poco dinero, menos del que realmente necesito, tengo para más o menos vivir (que no malvivir). Un trabajo que me gusta y en el que, a base de codos, espero ascender.
Y también tengo mi casita, mi lugar sólo mío (que no del banco, que mientras pague las letras no tiene problema en reconocerlo como mío). Donde puedo dejar entrar a quien quiera (aunque me gustaría que entrara otro tipo de gente) y donde tengo mi entorno a mi gusto y capricho.

Nota: Algo que me emocionó el día de mi cumpleaños, y de lo que hablaré en otra entrada, es lo que dejó Arwen en su blog:
http://enbusca.blogspot.com/2008/11/ser-amigos.html

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Segundo fin de semana de mi cumpleaños

Así que cogí mi mochila y tiré para Córdoba, a seguir celebrando mi cumpleaños. Y es que, si es cierto eso de las fiestas gitanas, hay que aprender de las cosas buenas que tenga cada cultura.

El viernes salí a dar una vuelta, para ver a la gente.

Ya el sábado, al mediodía, nos fuimos a la parcela de mis padres, a comer sardinas y chuletas.














Y el sábado noche, Inma muy amablemente me dejó su casa para hacer una cena y salir luego de marcha. Al final acabamos los dos solos de marcha.










miércoles, 21 de noviembre de 2007

Fotos de mi cumpleaños (primera parte)

Sábado 17 de noviembre, sobre las 9 de la mañana.








Sábado 17 de noviembre, 11 de la noche.








Martes 20 de noviembre, durante la tarde-noche, donde todos mis amigos llegaron a partir de las 7'30, pues el tiempo no acompañaba (alerta naranja por las lluvias, ni más ni menos), tomamos tarta, licor, unos lomitos a modo de pepito (porque había que tener algo fácil de preparar por si alguien se quedaba a cenar, y todo el mundo lo hizo) y un cubatita para después. La verdad que fue una noche de cumpleaños íntima y divertida.











Para ver el resto de las fotos:

http://anthonytowers.spaces.live.com/

martes, 20 de noviembre de 2007

Reflexiones en el día de mi cumpleaños

(que no es lo mismo que Reflexiones tirá en la pista de baile).

Realmente los alrededores del cumpleaños, junto con el periodo fin de año, suelen ser los momentos más propicios para realizar comparaciones sobre tu vida, hacer propósitos que luego no se van a cumplir y caer en un estado de depresión o alegría, en función de cómo hagas tus reflexiones.
Para empezar, éste es mi primer cumpleaños como funcionario, en un puesto de trabajo que me gusta bastante y que me permite, además de ayudar a personas desempleadas, poder, por ejemplo, estar escribiendo estas líneas.
Ya el año pasado estaba contento porque sabía que para estas fechas ya estaría con un trabajito fijo, el que me había currado tras varios años estudiando (a ratos), compaginándolo con un trabajo intermitente; que me obligaba a cambiar mi domicilio entre Sevilla y Córdoba (gracias a mi padre, que tiene paciencia y me ayuda en todas las mudanzas).
Por lo menos ya sé que en los dos próximos años viviré en Sevilla, ahora mismo con Antonio, en su casa, y en un futuro no sé si seguiré aquí.
Por que ya hasta el gobierno, de una forma indirecta, va diciendo que las ayudas de alquiler son para menores de 30 años. Que si llegas a los 30 sin casa propia eres un pardillo que no merece ayuda ni ná.

Me estoy volviendo más exigente respecto a las personas que conozco, pues me gusta rodearme de la gente que realmente me merece la pena, que me puede aportar algo. Muchas veces me río de esta cualidad o defecto que estoy cultivando, pues en el fondo tiene algo de delirios de grandeza propios de un funcionario con plaza recién adquirida. Y es que quiero tener pareja de nuevo, pero no tengo ganas de volver a caer en los mismos errores del pasado; y eso que en aquellos tiempos se trataban de casos en los que la intuición me decía que podría funcionar y que merecía la pena luchar (la verdad es que esto último fue cierto, mereció la pena). Quizás lo que me falla es la intuición, que me hace caer en errores y no me deja conseguir aciertos.

Con los años, además de tener cada vez menos pelo, me estoy volviendo algo más dormilón, pero con más energías. Me gusta cada vez menos la inactividad, por lo que tengo que buscar actividades extralaborales que realizar por las tardes.

En muchos aspectos me siento extraño, un poquito perdido. Y es que parece que tengo que hacer algo en mi vida, pero todavía no sé el qué. Por ahora me dedico a disfrutar y esperar a ver si aparece una señal (del cielo) que me dé alguna pista.

Yo sigo igual, sigo tal cual, quizás desmejorado.




Pues hoy es mi cumpleaños, que ha empezado, tras mi rápido desayuno en casa, con la espera del autobús bajo la lluvia. Y es que con una garganta inflamada no es muy buena idea coger la bicicleta y llegar al trabajo sudado. Y encima, con la lluvia tan fuerte, suena aún peor.

















A pesar de poder escuchar música, el calor que puede hacer en un bus lleno de gente y el agobio que pasas intentando no pegarle un codazo en la cabeza al de al lado, hace que no sea muy agradable el viaje.
Además, si la espera ha supuesto mojarme un poquito, la salida del bus ha supuesto que el pantalón esté totalmente mojado, no hasta las rodillas, sino hasta la cintura. Menos mal que un compañero de trabajo, que vive cerca, me ha traido un pantalón seco.

La parte positiva es que esta mañana me he levantado con dos sms's de mis abogadas favoritas, he recibido varios mensajes y e-mails, e incluso a estas horas ya me han llamado.
Y a las 5 haré cafelito en casa, para quien quiera compartir esta tarde de lluvia.

Nota: La foto del cigarro está robada del blog de Ángela y es del día 31 de octubre. La otra la he añadido el 21, pues la foto es de la noche del cumpleaños.

Primer fin de semana de mi cumpleaños

Ya he empezado a celebrar mi cumpleaños. Lo mío ya se ha convertido no en una fiesta de cumpleaños, sino en varias fiestas de cumpleaños.
Este año cae en martes, por lo que tengo que pensar que un fin de semana tengo que celebrarlo en Sevilla y otro en Córdoba; y el propio día también hay que hacer algo, ¿no?

Pues ya el viernes salí de marcha, aunque fuera a las 4 de la mañana para ir directamente a la Domm con Rosalía, Pili, Mari Carmen e Isa. Al estar rodeado de chicas, fue gracioso ver como los buitres más patéticos de la discoteca revoloteaban alrededor a pesar de ser ignorados y rechazados. Pero tenían moral.
El mejor momento: le estoy encenciendo un cigarro a Rosalía y un moscardón sopla... Tuvo su momento segurata, con cara de mala hostia y todo. Como se nota que es profesora de secundaria.

Y el sábado hice una cena. Mi fallo fue que, aunque pensaba en hacer algo, hasta el mismo día no me atreví a asegurárselo a nadie, por lo que hubo gente que sólo pudo pasarse un ratito. De todos modos la mayoría esperaban que hiciera algo y vinieron con ganas de una buena cena... y fue lo que tuvieron (no pongo el menú porque la envidia puede ser muy mala). Así que volví a salir de casa para irme directamente a la discoteca. Esta vez, al no tener coche, tocó ir al Ítaca, donde realicé, además, algo que llevaba tiempo con ganas de realizar.