Así que cogí mi mochila y tiré para Córdoba, a seguir celebrando mi cumpleaños. Y es que, si es cierto eso de las fiestas gitanas, hay que aprender de las cosas buenas que tenga cada cultura.
El viernes salí a dar una vuelta, para ver a la gente.
Ya el sábado, al mediodía, nos fuimos a la parcela de mis padres, a comer sardinas y chuletas.
Y el sábado noche, Inma muy amablemente me dejó su casa para hacer una cena y salir luego de marcha. Al final acabamos los dos solos de marcha.
miércoles, 28 de noviembre de 2007
Segundo fin de semana de mi cumpleaños
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3 comentarios:
¡Qué bien sabes rodearte! ¡Y qué bien sabes divertirte! A eso le llamo celebrar a lo grande un cumpleaños...
Hay que celebrar todo lo celebrable y rodearse de toda la gente que te apetezca tener a tu lado. La vida es una fiesta.
Eso, la vida es una fiesta, ea ea ea
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