jueves, 22 de noviembre de 2007

Definición (Volver II)

Si hay algo en lo que me puedo sentir maniático es en mi intento por definir las cosas. Y cuando escribo cosas me refiero a sentimientos y a relaciones.
Me gusta saber si ha sido pareja, rollete, amor (así lo defino cuando el sentimiento no ha llegado a pareja), amistad, amante y largo etcétera, que cada cual llamará de forma diversa.
Y es que últimamente por mi vida están pasando antiguas relaciones que ya se han convertido en fantasmas, en zombies que deambulan por mi mente. Alguno me produce tristeza (léase "Quién escribirá historia..." en este mismo mes), otro amistad y otro incertidumbre. Al final me acabo sintiendo como Michael Jackson en Thriller, un zombie bailando entre mis zombies emocionales.

De todos modos hoy toca hablar del fantasma de la incertidumbre, llamado así al ser producto de una relación pasada que no se definió por dos motivos:
El primero, que ni siquiera aún he logrado, viene de su nulidad para hablar de sentimientos, para afrontarlos y definirlos ante el interesado (yo).



El segundo, ya que en toda relación suele haber, al menos, dos personas, se debe a mi propia definición. Voy a explicarme. Ayer Carrie Bradshaw me dio la frase exacta:
Puede que sea eso: lo único capaz de definir una relación sea otra relación

Lo que quiero decir con este segundo motivo fue simplemente que por mi parte había otra relación que definía ésta. Tenía una puerta abierta de una relación que había acabado sin que yo me diera cuenta del final y que aún anhelaba. Me resultaba difícil, por no decir imposible, no comparar ambas relaciones: ahora tenía atención, serenidad y cariño, que antes había tenido en pequeñas dosis; pero ahora no tenía ganas de decir pareja y antes sí.
Así que tenía ganas de tener una relación de pareja con una persona que no estaba, mientras que con otra mantenía una relación que me daba miedo definirle, porque no quería saber cuál sería su respuesta ni si tendría alguna.

Entonces la relación terminó.
Con el tiempo nos hemos definido como amigos y he pedido que me desvelara si en algún momento había definido una relación que yo no me atreví a definirle.
Ahora este fantasma, tras un tiempo de amistad, quiere pasar a otra entidad corpórea que, por mi parte, seguirá denifiniéndose de la misma forma. No ya porque lo vaya a definir a través de otra relación, sino porque acabaría definiéndolo a través de la que tuvimos. Resulta extraño tener la incertidumbre de no saber qué espera de ti la otra persona, si le haces daño con tu definición no verbalizada o si su comportamiento responde a una definición que va más allá de una palabra.

Quizás con esta relación aprenda que hay cosas que no se pueden definir. O a alguno de los dos nos surja otra relación para definir esta.

5 comentarios:

Isabel Sira dijo...

El problema es que creo que el amor es indefinible, distinto cada vez, inapresable porque es él el que te caza, y puede repetirse con la misma persona, pero nunca será el mismo, y nunca pretendas cogerlo, simplemente déjate empapar.

anthonytowers dijo...

El problema es que como Amor ya queda poco en mí. Al menos del romántico. Es atracción, anhelo, cariño... Pero el amor ya murió hace mucho tiempo. Por eso he escrito eso de tener ganas de que alguien me críe mariposas...

Isabel Sira dijo...

Nooooo, Antonio hay que recuperar el Amor, así, con mayúsculas y todo, si no, ¿adónde va ir a parar el mundo?

anthonytowers dijo...

Más que recuperarlo, en mi caso, lo que tengo que hacer es encontrármelo.

Isabel Sira dijo...

Si lo encontré dos veces, lo encuentras seguro.