La lluvia en Bruselas es pura maravilla

Aunque no sé si es mejor estar a 40 grados (o más).
El estar pasando frío me está obligando a comprarme ropita,jijiji. El problema es que estoy acabando con el dinero que tenía para el viaje.
Hoy necesito descansar, hemos estado hoy en Brujas, y al volver hemos visto Four Rooms. Ahora escribo porque, aunque estoy fatigado tras 14 días de turismo urbano, me apetece expresarme.
No soy el típico turista que se levante a las 8 y salga rápidamente a asaltar la ciudad. Me he acostado siempre tarde, me he levantado más tarde aún, salvo el día que tenía que coger el avión, y ya me he terminado el segundo libro desde que salí de Sevilla.
Todavía me quedan muchas cosas que poner aquí respecto a los viajes que estoy haciendo. Fotos que creo que quedarán bien. Pero no para este blog. Fotos que tenido que hacer con el movil, pero dan bastante bien el pego.
Bruselas me está pareciendo una ciudad extraña. Los transportes urbanos son el metro, que no cubre todo el casco urbano, el tranvía y el bus. Las calles pueden estar perfectamente vacías. Los letreros están en dos idiomas (francés y flamenco). Y las casas tienen un toque especial. Hay gente de todos lados. La ciudad te la puedes recorrer en unas horas, que es lo que estado haciendo. En dos días he andado por diferentes zonas, desde el barrio latino al centro o desde el casa de Mari al barrio de la Unión Europea para volver de nuevo al centro. Hay monumentos al cine con fotos de películas, mayas cubriendo la remodelación de edificios con extraños dibujos, mercados de artículos usados a un euro, un ascensor para salvar un desnivel en mitad de la calle, dibujos de comics en las fachadas de edificios, jardines enteramente verdes, calles con baldosas sueltas, tiendas de ropa de segunda mano, de juguetes, de antigüedades; restaurantes con comidas etíopes, griegas, vascas, vietnamitas...; museos, edificios para la europa unida enteramente de cristal junto a casas antiguas y cuestas, cuestas y más cuestas.
Todavía no sé si me gustaría vivir en esta ciudad. Tampoco es algo que tenga que decidir ahora, ni si algún día podría decidirlo. Estoy solamente disfrutando de ella aunque aún me cuesta pensar vivir en ella. Quizás algún día pueda comprobarlo.