lunes, 10 de diciembre de 2007

Close the door, please

Que se puede traducir como voy a pegarte con la puerta en las narices, gili------. Y es que a veces tienes una rendija abierta para que se ventile la casa (nada que ver con tener la ventana abierta del blog anterior), que hay que airear de vez en cuando las sábanas, piensas que esa rendijita que te abrieron, ya que tú no la buscaste, puede refrescarte y resulta que todo es imaginación tuya, que lo que ha estado pasando ha sido un intento fustrado en un momento de confusión mental, quizás propia de la "edad".
Ahora me encuentro con la nariz un poquito dolorida y con la mala leche propia de los deseos reprimidos. Y pensé que el sábado sería la hora de resarcirme.
Pero no voy a ir en contra de mi naturaleza por un simple portazo, así que el sábado me dediqué a hacer lo que me apetece: bailar y reírme de la vida con mis amigos.

1 comentario:

Isabel Sira dijo...

Hay veces que, si alguien intenta cerrarte la puerta en las narices, hay que darle una patada a la susodicha, para que a quien le duela sea a quien creo la confusión. Deseosa estoy de oírte...