O algo se está rompiendo (los tiempos verbales no están siendo magnánimos conmigo). Miro dentro de mí y veo que algo empieza a ir mal, que algo no funciona como debiera. Como un sistema de engranajes que han dejado de engrasar. Las piezas se empiezan a desgastar. Y todo chirría.
Puede ser que el calor se me pega a la piel y no me deja soñar, tener esas bonitas fantasías que anidaban en mi mente, como enredaderas colgando de las paredes, como macetas en flor colgadas de los patios cordobeses. La falta de sueño(s) ocurre en estos calurosos veranos, donde las flores no atendidas acaban secándose.
Miro a mi alrededor y ya no escucho, como antes, palabras de amor. O, de oírlas, son en un idioma que nunca me enseñaron. Todo es cuarenta grados a la sombra, inactividad obligada.
La belleza se vuelve trivial y yo me vuelvo ajeno a ella. Sólo deseo quedarme quieto, tumbado, negando la luz. La brisa es artificial, graduada a mis necesidades corporales. Es el consuelo del mando a distancia, de la temperatura controlada.
Todo se derrite en este verano al que ya me he acostumbrado, este verano del que siento que no voy a salir. Todo es calor pegado a la piel, como he dicho antes. Calor que se mete en los huesos y me hace encerrarme en mi habitación, bajar persianas, cerrar puertas y ventanas, cerrarme.
Cuando ya salgo, las persianas, puertas y ventanas siguen estando cerradas y yo me he quedado dentro. Intento abrir puertas, pero siento las bisagras oxidadas. Por las persianas sólo entra un pequeño rallo de luz.
Nota: Esto fue pensado un largo domingo de finales de junio y escrito el lunes 30 de ese mismo mes; cuando aún no tenía internet. Perdón por la tardanza.
jueves, 7 de agosto de 2008
Algo está roto.
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4 comentarios:
well its nice to know that you have great hits here.
Hay que echarle tres en uno a esas visagras ya... El amor no puede desaparecer de tu vida, aunque el calor nos haga vejetar.
Arwen, son las cosas que se piensan en los días de reclusión involuntaria. En los días rojos, como diría...
Arwen, son las cosas que se piensan en los días de reclusión involuntaria. En los días rojos, como diría...
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