viernes, 25 de enero de 2008

There is not chemistry


En las dos últimas semanas, ahora que he tenido que dejar el gimnasio y no quiero ponerme a estudiar hasta que no termine de arreglarse lo del piso, me estoy dedicando a hacer algo que llevaba años sin hacer: ver toda la tarde la televisión. Lo estoy haciendo gracias a que con el TDT se pueden elegir otros canales y escuchar las series en su idioma original. Así que me estoy dedicando a ver series (la mayoría infantiles) en inglés, para intentar reblandecer el oído.
En una de ellas, la protagonista, una chica de 14 años, le pedía al chico que le gusta que fuera su pareja para uno de los típicos bailes de instituto americano. El chico le comentaba que eran buenos amigos, pero "no había química". La chica aprendía en este episodio que por muchos colorantes que puedas utilizar para cambiar una relación, la química es algo que surge de forma natural y no se puede forzar.

De todos modos por mi cabeza pasaban problemas de química, pero no relacionados con la coloración, sino más bien con la decoloración. Pensaba en la imposibilidad de utilizar conservantes en las relaciones, conservantes que puedan evitar el deterioro del tiempo y la distancia. Y es que tenemos que empezar a pensar que vivimos dentro de una realidad espacio-tiempo (no quiero pensar en la existencia de un mayor número de dimensiones, al menos en las relaciones) que afecta a las fuerzas que nos rodean y afectan.
Me resulta bastante demostrada la afirmación de que cada relación tiene su momento y lugar; pues cuando ya no nos encontramos en ese punto, cuando ha pasado el tiempo y hemos cambiado el entorno, somos otra persona distinta y la química es sólo un recuerdo.

En esos casos, con la química perdida en manos del tiempo, se puede presentir que es "el comienzo de una hermosa amistad".

2 comentarios:

Isabel Sira dijo...

La verdad es que es pura química, porque yo sé de personas que podrán ser amigos para toda la vida y con los que nunca surgirá algo más allá de esa amistad, y otras que sé que si me acerco demasiado me acabaré quemando, porque la atracción será demasiado fuerte...

anthonytowers dijo...

Y también hay gente a la que la química se le acaba.