Si hay algo de lo que me ha terminado de confirmar lo que ha rodeado a la compra de mi casa ha sido que estoy rodeado de buena gente. No hablo solamente de mi familia, pues sin ellos no estaría viviendo en esa casa ahora mismo; sino también de mis amigos, los que han demostrado serlo de verdad.
Un amigo no está para sacarte las castañas del fuego, aunque en ocasiones llegue a hacerlo; sino más bien para saber que está ahí, para darte su apoyo, escucharte y aconsejarte. A veces ni siquiera puedes hablar con ellos pues la vida los ha mandado lejos, pero sabes que están ahí, iluminándote. Su recuerdo es tan bonito que puedes cerrar los ojos y volver a sentirte tan bien como cuando estabas junto a él/ella.
Si algo me demuestran estos meses de indecisiones y mudanzas es que tengo mucha, mucha suerte; y no solamente por mi familia.
Nota: El título está sacado de "Iluminando" de Amparanoia, canción dedicada a los amigos que se van, pero no se han ido.
lunes, 12 de mayo de 2008
Cierro los ojos y te veo venir lleno de color
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4 comentarios:
Es lo bueno de los amigos, que da igual la distancia, ahí siguen, para estar, para apoyar y para gritarnos si hace falta.
Me gusta la foto, ¿es de la comida en el parque?
Sí.
Quiero las fotos de la comida en el parque. Y qué escueto eres, hijo.
Traéte un pen que funcione, y no los que nos dan en el curro...
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