lunes, 12 de mayo de 2008

Cierro los ojos y te veo venir lleno de color

Si hay algo de lo que me ha terminado de confirmar lo que ha rodeado a la compra de mi casa ha sido que estoy rodeado de buena gente. No hablo solamente de mi familia, pues sin ellos no estaría viviendo en esa casa ahora mismo; sino también de mis amigos, los que han demostrado serlo de verdad.



Un amigo no está para sacarte las castañas del fuego, aunque en ocasiones llegue a hacerlo; sino más bien para saber que está ahí, para darte su apoyo, escucharte y aconsejarte. A veces ni siquiera puedes hablar con ellos pues la vida los ha mandado lejos, pero sabes que están ahí, iluminándote. Su recuerdo es tan bonito que puedes cerrar los ojos y volver a sentirte tan bien como cuando estabas junto a él/ella.

Si algo me demuestran estos meses de indecisiones y mudanzas es que tengo mucha, mucha suerte; y no solamente por mi familia.

Nota: El título está sacado de "Iluminando" de Amparanoia, canción dedicada a los amigos que se van, pero no se han ido.

4 comentarios:

Isabel Sira dijo...

Es lo bueno de los amigos, que da igual la distancia, ahí siguen, para estar, para apoyar y para gritarnos si hace falta.
Me gusta la foto, ¿es de la comida en el parque?

anthonytowers dijo...

Sí.

Isabel Sira dijo...

Quiero las fotos de la comida en el parque. Y qué escueto eres, hijo.

anthonytowers dijo...

Traéte un pen que funcione, y no los que nos dan en el curro...