lunes, 29 de octubre de 2007

Teoría de grupos

Ayer estuve en la Alameda de cervezas, tapeo y posterior café con licorcito. Es el lugar dónde mejor me siento para pasar un día o una noche. Y es normal, estoy rodeado de gente que pertenece a mi "grupo".

¿Estamos realmente en un sociedad en la que nos dejamos agrupar? ¿Existen realmente las clases sociales en planos ya no sólo económicos, sino en sectores diferenciados por la forma de vestir, los gustos musicales o las preferencias en el ocio?

Si miro a mi alrededor cuando estoy sentado en un bar las mesas suelen estar ocupadas de un mismo grupo de personas, vestidas de un mismo estilo, con unas inquietudes parecidas, gustos similares. Eso es lo que podemos ver, lo que me trasmiten.

Cuando nos presentan a una persona o miramos simplemente a alguien empezamos irremediablemente a ver su ropa, su expresión corporal y todo lo que pueda trasmitirnos su cara. De todo esto empezamos primero a catalogarlo en un grupo, a ver por dónde le gusta "moverse", qué música le gusta escuchar y su forma de pensar grosso modo.

Pero, ¿seguimos esa pauta por comodidad, por selección o simplemente por costumbre?

Quizás la única respuesta que contradiga todo esto es buscar en nuestra mente esos amigos que claramente forman parte de otro grupo, que tiene unos gustos en muchos aspectos distintos a los nuestros, que no les gusta ir a los mismos bares que nosotros o que simplemente no podemos quedar con ellos para una gran cantidad de cosas que hacemos en nuestro tiempo libre.

Y precisamente a esto me refiero. Me pregunto si esos estereotipos que nos vamos creando son ciertos y si realmente son importantes tenerlos en cuenta a la hora de seleccionar con quien queremos pasar el tiempo o si deberíamos dar oportunidades a toda persona que tengamos delante, aun cuando todo su exterior te da a entender que no vas a tener nada en común.

Muchos de mis amigos, si sigo los estereotipos, estarían fuera de mi grupo. Con ellos comparto una serie de cosas y muchas otras las tengo que buscar al amparo del grupo. Y no ocurre nada.

Pero podemos rizar el rizo y complicar todo este baturrillo aún más: ¿Acaso no ocurre lo mismo, incluso más ampliado, cuando lo que buscamos es una pareja?

Nos fijamos primero en aquell@s que entran dentro de nuestro grupo, es lo que definimos como nuestro "tipo". Simplemente por una forma de vestir nos resulta más o menos apetecible una persona. ¿Es un gusto estético al que le adjuntamos una forma de ser y unas inquietudes? ¿O es peor aún y nos dejamos llevar solamente por las apariencias?

4 comentarios:

Isabel Sira dijo...

Creo que, inevitablemente, en un primer contacto las apariencias marcan, aunque me gusta mirar siempre un pelín más allá. Sin embargo, creo que sería triste que nos moviéramos socialmente basándonos únicamente en estereotipos y, aunque habrá quien lo haga, tú mismo reconoces que tienes amigos que se salen de una norma, por otro lado lógica porque nos juntamos con quienes tienen aspectos en común con nosotros mismos.
Sobre la pareja, ¿de verdad que tu tipo es sólo uno? Porque en mi caso hay varias cosas que marcan mi atracción por una persona, y si quien tengo delante cumple alguno de los requisitos, no me importa que no cumpla otros...
No sé, la verdad es que tu post es un pelín complicado.

anthonytowers dijo...

La verdad es que debería pedir disculpas por esta entrada, que me ha quedado densa y extraña.

Isabel Sira dijo...

Pedir disculpas es signo de debilidad, qué dirían por ahí... Fuera de coñas, es lo que sentías y se entiende, pero es difícil responder... Quizás debería haber reflexionado en silencio.

anthonytowers dijo...

Creo que correré un estúpido velo sobre todo esto...