Cartas

“Las cosas que nunca se dicen suelen ser las más importantes”

He tenido épocas de mi vida en la que me ha gustado recordar lo que fui y con quien fui. Creo que a todos nos ha pasado alguna vez. A veces he tenido ganas de llamar a una persona, con la que quedar y decirle algunas cosas que quedaron en el tintero. Esas cosas, que realmente son las importantes, y que no nos atrevemos a decir. A veces ves que llega ese momento y no lo haces. A veces lo buscas y no lo encuentras. Y ahora ves que ya no merece la pena decirlo. Ya pasó.
Intentas que la siguiente vez no te vuelva a pasar lo mismo. Pero sabes que volverá a pasar.
A lo largo de mi vida he ido acumulando cartas que no he entregado. Sentimientos que no han tenido destinatario. Tengo esas cartas guardadas. En mis estanterías guardo lo que fui, no me gusta el olvido, pues al final los recuerdos dejan de doler y hasta cambian de color.
Ahora mismo no entregaría esas cartas, pues tuvieron su momento y su lugar, el cual ya queda lejos. Sólo queda buscarlas en una tarde de calor y leerlas con una sonrisa de ternura, recordando esos sentimientos que te embriagaban.
Entonces piensas en no escribir una carta la próxima vez, sino decir esas palabras, o escribirla, pero prometiendo entregarla.