domingo, 24 de junio de 2007

Me tengo que cagar en los muertos de alguien

Cómo puede ser que a alguien se le haya ocurrido la genial idea de limpiar la fachada de un edificio un domingo en la mañana. Son las 11.27 y llevan como una hora con una grúa en el edificio de enfrente (cuando digo "enfrente" me refiero a diez metros). Espero por lo menos que a los trabajadores les paguen un plus por estar trabajando un domingo, porque imagino a las personas que sólo tienen el domingo para descansar o a los que solemos salir los sábados hasta demasiado tarde, estamos escuchando los movimientos de la grúa cada 5 minutos y acordándonos de la familia del que se le ocurrió la genial idea de limpiar la fachada de su bloque un domingo.

Es que me lo imagino ahora mismito con la parienta en la playita, to' feliz bajo la sombrilla, en la neverita la tortilla papas, las latitas de cruzcampo y las sin alcohol (que a la mujer le puede dar un vaío con la "normal"). El muy cabrón descojonao mientras aguantamos el urg, urg, urg y el pi!,pi!pi! cada dos por tres.... ¡Buen hombre, que trabajar en domingo es hasta pecao! Y pedir que lo hagan, es que ni te dejan pasar por el purgatorio.
Vaya, que si existiera la justicia divina, de una ráfaga de viento, se volaba la sombrilla y le arrancaba la cabeza... seguro que la parienta no notaría la diferencia.

1 comentario:

Isabel Sira dijo...

ja ja ja ja, chico, pues te habrá sentado mal el despertar, pero ¡con qué gracia lo has hecho! Yo, en tu caso, estaría gritándoles por la ventana lo desgraciaos que son a los pobres trabajadores, pero tú has captado la esencia y has mandado la maldición al responsable. ¡Me encanta!