miércoles, 27 de febrero de 2008

Un poema



Este poema del Poeta (en palabras de Isabel Allende) lo leí por primera vez en el reverso de un disco de Extremoduro. Tras escuchar su directo, donde Robe lo recita, me lo he aprendido y me gusta, cuando llega el invierno, recordarlo.



A mis obligaciones.

Cumpliendo con mi oficio
piedra con piedra, pluma a pluma,
pasa el invierno y deja
sitios abandonados,
habitaciones muertas:
yo trabajo y trabajo,
debo sustituir
tantos olvidos,
llenar de pan las tinieblas,
fundar otra vez la esperanza.

No es para mí sino el polvo,
la lluvia cruel de la estación,
no me reservo nada
sino todo el espacio
y allí trabajar, trabajar,
manifestar la primavera.

A todos tengo que dar algo
cada semana y cada día,
un regalo de color azul,
un pétalo frío del bosque,
y ya de mañana estoy vivo
mientras los otros se sumergen
en la pereza, en el amor,
yo estoy limpiando mi campana,
mi corazón, mis herramientas.

Tengo rocío para todos.

PABLO NERUDA

2 comentarios:

Isabel Sira dijo...

No sé por qué no leo más de Neruda... Preciosa elección para estos días en los que la primavera empieza a llenar nuestros espíritus...

anthonytowers dijo...

Tú estás primaveral y yo con ganas de que no se vaya todavía el invierno.